miércoles, 4 de abril de 2012

Foo Fighters en Argentina: capítulo 1.


21 horas, la gente empezando a jugar con sus cámaras y haciendo bailara sus flashes veía cómo los plomos de los Foo comenzaban a moverse. Mientras preparaban y seteaban el juego de luces, los instrumentos iban llegando al escenario, seguidos por la atenta mirada de los foofans, como si con su vista evitaran que se dañen. Entre una pared de palmas y silbidos, la gente iba calentando el ambiente mientras que en el campo no cabía un alfiler.


It’s Showtime! Con una potencia indescriptible empieza a sonar “Bridge Burning” seguido por “Rope”, haciendo un 2x1 de Wasting Light y siguiendo el orden cronológico del disco. Uno de los prematuros himnos de la banda, “The Pretender”, sale por los amplificadores setentosos mientras Grohl arenga al público que, para ser Martes, está bien despierto.

Cantando una parte de The Pretender a capella, DG calla al público para que a su parte se le acople la perfecta banda que tiene con Scott Shifflett, Pat Smear, Nate Mendel y Taylor Hawkins… y que se llama Foo Fighters.

Primer intervención del público, durante “My Hero”, cantando “there goes my hero!” y rompiendo todo decibel, los Foo fuegan con el final de la canción. "I'm Dave Grohl, and we are the Foo Fighters. I like you guys, you're fucking loud. This is our first time in Buenos Aires and we're going to play all." Después de esta declaración, fueron a darle con “Learn to Fly”, clásico de su segundo disco.

Pat Smear salta como una nena y suena “White Limo”, después “Arlandria” engachada. El publico se canta y corea todo “EH! EH!”. Grohl, sorprendido, se calla para escuchar a la gente. Mezcla la distorsión con el flanger para cantar Breakout y dedicarla a sus amigos foofighteros; deja el coro de la canción para que la gente haga su parte.

Aunque recién van 7 canciones, la garganta de Grohl está al rojo vivo y no se le sale de milagro. Dave dirige el “ole ole ole, soy foo fighters” y después de esta representación de un director de orquesta, procede a la presentación que es precedida por un fragmento de “Rockaway Beach”, de los Ramones.

 Por décima vez, Grohl se paraliza ante el “ole ole ole”, y el también hace el suyo “ole ole ole anything anything” porque la verdad, el público se cantaba todo. Posterior a la presentación, fue el turno del baterista Taylor Hawkins (no sabemos si es humano) para que cante “Cold Day In The Sun”, una hermosa composición que se puede encontrar en el disco acústico del álbum “In Your Honor”.

El clásico de los Mentos, “Big Me”, fue un guiño a su pasado y fue una de las canciones más “light” de su repertorio.  A esta le siguió “Stacked Actors”, con un excelente juego entre las tres guitarras que forman parte de la banda. Posteriormente, fue el turno de “Walk”, uno de los temas más conocidos y gastados del Wasting Light en el que Dave comienza con su guitarra para dar una lección de cómo hay que caminar la vida.

Uno de los temas más pogueros del show, con un riff pegadizo por donde se lo mire, fue el que hizo que los fanáticos demuestren por qué la Argentina tiene el mejor público del mundo: “Monkey Wrench” y la desidia del pogo argentino, sumada a la euforia de los seis tipos de allá arriba; un combo explosivo.

Luego de un temazo como “Let it die”, se vino uno de los nuevos de la banda: “These days”. Mientras el frontman de largos cabellos interpretaba un pasaje de la canción, la gente empieza a gritar “Argentina, Argentina!”, y otra vez, la misma historia de Grohl paralizado.

Era hora de volver a mirar hacia el pasado, y para eso, no podrían haber elegido un mejor tema como  “This Is A Call”, que alternaron con una pequeña zapada en la mitad del primer tema de “Foo Fighters”, su primer disco.

Uno de los sellos de la banda en este tour, es la presencia de covers como “In the flesh”. Interpretado por un Taylor Hawkins implacable, que hace a su batería hablar, esta versión no tiene nada que envidiarle a la original.

“¿Is that enough? NOOOO ¿More? SIIIII ¿Really? SIIIIIII”. Después de esta interacción, se pudieron escuchar los acordes iniciales de uno de los himnos de la agrupación por excelencia: “Best of you” comenzó con un increíble respaldo vocal del público que había esperado 17 años para escuchar a los FF. Durante la canción se pudo percibir el paso del recital en la garganta de Dave, forzándose mucho en ciertos pasajes de la letra, pero con un incondicional apoyo de la gente cantando el “OHH OHHH” de aquel himno violento.

 Finalizada una de las canciones más emblemáticas de la banda –y que no estaba en el setlist inicial-, comienza “All My Life”, uno de los temas con más fuerza de los Foo hace al ambiente de River algo indescriptible.

En un excelente show de Grohl, tanto como músico y como frontman, Dave continúa hablándole a la gente y jugueteando con esas ganas de más rock: “¿One more song? Noooo ¿Two songs?Noooo….”. El público todavía no estaba satisfecho, pero estaba muy feliz porque era la primera vez que Foo Fighters pisaba Argentina.

La banda se retira amagando con el final del recital, pero a los minutos aparece Dave solo, con su guitarra, solo frente a esa multitud a la cual se debe enfrentar como si fuera una batalla a muerte. Así es que con su 335 personalizada, Dave emprende una mágica interpretación de “Wheels” y pide la colaboración del público para poder terminar de consolidar este romance con la gente argentina.

“Times Like These” comienza de la misma manera que había terminado Wheels, con Dave solo para que después se pueda apoyaren la banda. A fin de ésta, se pudo escuchar la promesa de Grohl de que van a venir más seguido. Volviendo a Wasting Light, tocaron "Dear Rosemary", una de las canciones más enérgicas (todas lo son) que tiene su último disco.

 “Una de las cosas que más nos gusta de Foo Fighters, […] es tocar con amigos”, ese fue el preámbulo para presentar a Joan Jett y tocar "Bad Reputation". Una mujer impecable y con una banda que suena una barbaridad.

 Después de muchos “fucking”, la banda se comenzó a despedir con el punteo de “Everlong” y el posterior desarrollo de la canción, para terminar vanagloriándose en el respeto argentino. Así se fue cerrando la mágica y rockera noche de Buenos Aires.  Descontracturados después de un extenso e intenso show, Dave Grohl saluda a la gente de punta a punta, Pat y Nate saludan y agradecen, y Taylor regala sus palillos para avisar que van a volver mañana, a la misma hora y por el mismo canal.

por Nehuén Seoane

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