Es así que, ante el inminente lanzamiento de un nuevo disco, o de un DVD, hay una legión de fans que ya lo está buscando por la web una semana antes de que salga. Tanto esperar hasta una determinada fecha de salida que no llega más y el tiempo que llevan sin escuchar nada nuevo de su artista favorito hace que los fanáticos empiecen por comerse las uñas de las manos, hasta llegar a la de los pies. Por eso el título del artículo.
Generalmente se piensa que al artista no le importa que en 5 minutos se descargue gratis el disco que tardó un año en hacer y que tanto dinero le costó, pero sí que le importa. El artista cuenta con el soporte monetario de las empresas discográficas que depositan todo su capital en la esperanza de producir un gran disco que sea vendible, completo, y que les devuelvan el dinero invertido. Ahora, si el disco llega a la gente, pero de maneras en las que no se perciben ganancias, allí se presenta el problema. La ecuación es sencilla: Una empresa que le da soporte económico a un artista, si este no le genera ingresos (poco importa que su disco sea descargado miles de veces) que cubran lo invertido en él, chau chau adiós. El artista queda solo y de vuelta a donde tanto le costó salir, vuelve a los bares, a trabajar con sellos pequeños y a una vida sencilla sin demasiadas complicaciones de rockstar.
Hay una realidad que es innegable y a la que no se la puede obviar: la economía actual y el precio de los discos. En la Argentina los discos que recién salen van desde los 60 (14 u$s) a los 90 pesos (22 u$s) aproximadamente y la posibilidad de que una persona desde su casa pueda descargar 10 discos gratis en 30 minutos es más tentativa y le conviene más que gastar parte de su salario en un solo disco compacto. Aunque también se encuentran esos fans "fieles" del disco original que si lo tienen descargado, no lo consideran como tal, sino sólo un manojo de datos que al apretarlos emanan música. Ese placer de leer los booklets mientras se ve cada detalle de la caja del disco y se lo escucha, es impagable -lo digo por experiencia propia-.
Asi es la vida lectores, nada es ni suficientemente justo, ni suficientemente ilegal. La piratería es un tema que causa mucha polémica y muchas diferencias a la hora de plantarse en un debate. Hay artistas que apoyan la digitalización de la música por más que no reciban un peso porque, con tal de que se escuche sólo un tema de ellos, son felices y pueden dormir tranquilos.
"Descargar es lo mismo que yo hacía: solía grabar en cintas las canciones, los éxitos, que me gustaban de la radio. No me importa. Odio ver a todas esas grandes estrellas de rock quejándose. Al menos están descargando tu puta música, idiota, y te están prestando atención, ¿sabes? Deberías apreciar eso, joder. ¿De qué te quejas? Tienes cinco puñeteras casas enormes, así que callate"
Liam Gallagher, cantante de Oasis, sobre las descargas ilegales.
al fanatico la pirateria no le gana, xq compra el cd original despues de todo.
ResponderEliminarlo mas sensato q dijo liam en su vida. lo banco