Viejas hay por todos lados, locas también. Pero las del barrio porteño de Lugano (cuna de quien escribe este artículo) son muy especiales.
Todo el prototipo de rockstar argentino se concentra en un solo nombre: Cristian Álvarez. Numerosas recuperaciones a las adicciones, ingesta de comida podrida, lios con armas, y rocanrol. Pomelo, esta vez, quedaste muy lejos.
Volví, me extrañaste?
Después de su frustrado y triste regreso a la escena musical en el 2009 (numerosos disturbios alrededor del estadio de Vélez y un muerto, Rubén Carballo, de 17 años), se sucedieron una serie de eventos poco afortunados para el "Pity": se robó una cámara de televisión, amenazó a una fan con un arma, se escapó de la clínica de rehabilitación un par de veces y polémicas declaraciones sobre Gustavo Cerati. Por más que parecía que nuestro rockstar había llegado al final, volvió, sobrio y a las piñas.
El señor está esperando a su hijo, que nacerá dentro de poco tiempo, está feliz con su señora y con su perro. Pero al Pity le faltaba algo, le faltaba el rock, y lo fue a buscar. Así es que hoy, Viejas Locas deja de ser la referencia que apunta a ancianas dementes, para volver a respirar un poquito de rock barrial.
Pity fue volviendo de a poco, un par de notas en revistas, y un par de videos bastante interesantes en YouTube que lo mostraban de vuelta, haciendo de las suyas y avisándole al fan que no había muerto, simplemente, se tomó un descanso.
El nuevo disco, que se editó este mes ya mostró una de sus armas, "Roca y Giro". Un rock stone típico de Viejas, con la particularidad de tener un riff calcado de "Carol" de Chuck Berry, ¿homenaje?
Disfrutá de nuevo de Cristian, en top form. Es bueno verlo rescatado, no?
Si pensamos en la fórmula Metallica más Lou Reed, sería como combinar vino con sandía, pero con la diferencia de que los primeros, encajan, y bastante bien.
“Lulú”, como es costumbre en este mundo digitalizado, se filtró antes de que salga a la luz el próximo 31 de octubre, por lo que los músicos decidieron colgarlo y mostrárselo al mundo a través de su página de internet y dejarlo allí hasta que el trabajo salga a la venta.
El arte de tapa, un poco raro no?
“Branderburg Gate” es el kick off del álbum. Empieza con una tranquila y solitaria línea de guitarra acústica acompañada por la voz de Lou Reed hasta que James Hetfield y los suyos arremeten por detrás dándole una consistencia heavy, pero soft.
A mitad del álbum nos encontramos con “Mistress Dread” y Metallica sonando a como nos tiene acostumbrados, acá les toca a ellos. Con respecto a Reed, no canta, sino que habla, lo que hace al tema más difícil de entender, pero hasta que el oído de uno se acostumbre. Y al toque viene “Iced Honey” la canción más ¿tranquila? del disco hasta ahora, con la que damos un breve respiro a este híbrido que, personalmente, poco a poco, se va haciendo más ameno.
Probablemente “Cheat On Me” sea el punto más oscuro del disco. Tiene un leve aire a “The day that never comes” y es de los tracks más largos, durando más de 11 minutos. “Frustration” el tema que sigue, calza perfecto si estás despechado/a, es una declaración de amor/odio a tu ex: “Ojalá pudiese matarte, pero tus ojos me gustan demasiado”, es una de las tantas expresiones bipolares que están presentes en la canción.
“Little Dog” es el tema que más cuesta terminar. Tiene una musicalización muy plana y constante, uno está a la expectativa del ataque de Hammett o de Lars Ulrich, pero nunca aparecen.
El anteúltimo tema del disco “Dragon”, de lo mejor del álbum, se despierta a los tres minutos. Se repite la fórmula de darle el comienzo a Lou Reed como si fuera un trovador para que después, aparezcan los cuatro locos dándole masa de atrás, dejando que el maestro haga lo suyo.
Sentate y disfruta, que los 20 minutos de “Junior Dad”, la última canción del disco, valen la pena. Una guitarra con un leve chorus, y la voz de Reed como si estuviese contándole un cuento a su nieto, hasta que aparece una distorsión, pero que no lastima ni rompe el esquema, sino que gusta más. Los minutos restantes son tomados por una leve pero consistente instrumentación que relaja aún más al melómano.
Los muchachos en acción.
En conclusión, es uno de esos materiales que lo escuchamos un par de veces y no gustan, pero lo volvemos a poner, una y otra vez, y no sabemos por qué, nos empieza a agradar. Seguramente al fan de Metallica de primera hora no le va a cerrar mucho el disco, se queda esperando esos solos infrahumanos de Hammett o alguna marca registrada de Lars, que no aparecen, pero que, no siempre son necesarios para hacer un lindo trabajo como es este: “Lulú”.
Para terminar, lo que se escuchó del disco hasta ahora no tuvo buenas críticas en los medios y en el público. Pero, por qué? porque a la gente le cuesta la transición, le cuesta que el artista cambie la manera de hacer música por más de que se maneje todavía dentro de un mismo género. Por eso la reseña para los fanáticos a muerte, va a costar, pero dentro de 20 años, no van a saber la joya que tuvieron en sus manos y que rechazaron porque una mísera revista les puso una estrella de calificación o porque a la primera escuchada no les gustó.
Escuchá Lulú hasta el 31 de Octubre ONLINE en la página oficial!
La reedición de Some Girls que sale a la venta el 21 de Noviembre.
Esta semana se dió a conocer una grabación de "No Spare Parts", tema inédito de la banda que se va a incluir en la remasterización de la placa "Some Girls" que vió la luz a finales de los 70.
La nueva edición de este disco aparecerá en las góndolas el 21 de noviembre y contará con una edición deluxe, en la cual aparecerán un álbum de fotos, reviews de periodistas, y el relanzamiento de su single "Beast Of Burden" en formato de vinilo de 7 pulgadas.
En cuanto a las nuevas presentaciones que se podrían dar, es para no olvidar que la mítica banda cumple 50 años el año que viene, y según la empresa que los representa, Live Nation, van a pisar los escenarios otra vez en el marco de una gira mundial para festejar el medio siglo de vida.
Año 2009, mediados de Agosto. Una de las bandas más grandes que la historia vió nacer en el último tiempo, pasaba a ser parte de ella. Los hermanos Gallagher le pusieron fin a la agrupación que marcó una generación entera, Oasis llegaba a su fin mediante una violenta pelea que pocos presenciaron.
Parafraseando a Borges, era hora de que los senderos se bifurquen. Liam y los demás integrantes de la banda (Andy Bell, Gem Archer, Chris Sharrock y Jay Darlington) decidieron seguir juntos, tomarse un breve descanso y volver al estudio para darle vida a lo que hoy es Beady Eye.
El camino que tomó Noel fue completamente diferente: se casó, tuvo un hijo y dedicó tiempo a su familia. Poco se supo de él hasta que alguien publicó en Twitter que se lo había visto en un estudio de grabación de Los Ángeles. Y, dicho y hecho, un nuevo disco estaba naciendo, se estaba formando un monstruo.
A mediados de julio, el fanático recibió el primer mimo de Noel después de un tiempo, finalmente había aparecido. Brindó su primera conferencia de prensa desde que Oasis había terminado. Dio detalles de su disco, de su banda, los “High Flying Birds”, anunció los singles y le tiró un par de palitos a Liam (como por ejemplo, decir que este se rehusó a cantar en el V Festival porque tenía resaca, cuando en realidad tenía una infección en su garganta).
Tapa del disco "Noel Gallagher High Flying Birds"
“The Death Of You And Me” fue la primer punta que Noel dio a conocer de su nuevo trabajo, mediante un lanzamiento simultáneo en YouTube y en las radios del UK. Fanáticos de todo el mundo se conectaron y organizaron para recibir esa caricia, ese placer de poder escuchar la voz de su dios de nuevo. Posteriormente se lanzaría “The Good Rebel” como lado b y también los singles “If I Had A Gun” (la más parecida a su trabajo con Oasis) y “AKA…What A Life?”, probablemente la sorpresa del disco al ser una canción dance, donde lo que menos hay son guitarras noelianas.
Más de uno te extrañó cabezón.
Finalmente, el día había llegado, pero antes de lo previsto. El disco se filtró en internet una semana antes de lo anunciado oficialmente. Millones de personas lo descargaron y escucharon, a la mayoría se le escapó una leve sonrisa y surgió ese pensamiento colectivo de: “Es él, y está de vuelta”.
El disco se dota de un potente soporte dado por su banda (el tecladista Mike Rowe formó parte de Oasis en la gira de Standing On The Shoulder Of Giants) y en numerosas canciones aparece el Crouch End Chorus, ese grupo de coristas que ya había participado con Oasis de su último concierto para la BBC. Si bien la mitad de los temas que lo componen ya eran conocidos por el fan de Oasis porque formaban parte de los demos de la banda, la otra mitad muestra a Noel de una forma completamente distinta a la que nos tenía acostumbrado.
Esa agresividad de “Waiting For The Rapture” o “Full On” no está presente (Everybody’s On The Run es lo que más se aproxima), y esté es el único punto en el que el trabajo que el mayor de los Gallagher trajo al mundo podría ser cuestionado. Ese rock de estadio se extraña, y mucho.
Hola, mi nombre es Noel Gallagher, y tengo ¿44 años?
Canciones como “Stranded On The Wrong Beach”, “AKA…Broken Arrow” y “Dream On” son poperas, sencillas, con melodías increíbles (marca registrada de Noel) y fáciles de escuchar, pero difíciles de sentir. Otras como “Everybody’s On The Run”, “I Wanna Live In A Dream In My Record Machine”, “Stop the Clocks” y “A Simple Game of Genius” merecen un artículo aparte, son grandes por donde se las mire. Coros, cuerdas, una banda que suena como si se conocieran de toda la vida y la majestuosidad y la grandeza propias de esas pocas canciones que provocan piel de gallina, escalofríos, y lágrimas.
Pero este es un periplo que recién empieza querido lector. Noel también anunció un segundo disco más experimental con sus viejos conocidos de Amorphous Androginous (quienes hicieron un remix de Falling Down considerablemente enorme). Además se rumorea que ya tendría planeado un tercer álbum de estudio, que, conociendo la capacidad y la facilidad que tiene para componer canciones este muchacho, es probable que todavía no terminemos de disfrutar “Noel Gallagher High Flying Birds” cuando su nuevo trabajo salga a la luz.
Líderes de una época, padres de una generación británica afectada por el espíritu conservador de la política, inspiradores de movimiento jóven, y principales referentes del movimiento Madchester, punto de partida para decirle ¡hola! a la nueva ola musical que venía del Reino Unido.
En 1996, después de trabas con la empresa discográfica que los aguantaba y por problemas entre, principalmente, JohnSquire e IanBrown, la banda llegó a su fin. Dicen los reporteros británicos que Slash, guitarrista de Guns n' Roses, le pidió a Brown ocupar el lugar de Squire, pero este rechazó la oferta. Así fué que lo que quedaba de Stone Roses dió su último show en el Festival de Reading a mediados del 96, y dejando mucho que desear.
Posteriormente, Brown se embarcó en un excelente proyecto solista, Squire creó los Seahorses y descubrió su parte artística pintando cuadros, Mani, el bajista entró a Primal Scream, y Reni (uno de los mejores bateristas de su generación) formó un nuevo proyecto llamado The Rub.
Así se llegó a Octubre del 2011, todo empezó con una nota en la NME de Inglaterra cuando tiraron la bomba de la posible reunión de los Roses después de 15 años. Se levantó la perdiz y todo el globo se enteró, muchos, a la expectativa de poder presenciar el poderío de una banda que, por cuestiones cronológicas, le fue imposible ver (me incluyo).
La conferencia de hoy, foto de NME
Y la espera llegó a su fin, hoy en una conferencia de prensa que terminó con I'm the Resurrection sonando, anunciaron dos shows en el Heaton Park de Manchester,planeados para el 29 y 30 de junio del 2012 (menos mal que es antes del 21 de diciembre). Apropósito, se lo vió a Brown bastante afilado y desafiante, diciendo cosas como: "Esto es una resurrección y estas invitado, así que mejor que estés ahí" y también confesó que por año, le llegaban un par de ofertas para juntar a la banda de nuevo, pero el dijo que no, hasta hoy claro.
Ah, me olvidaba, van a tocar temas nuevos.
Disfruta hermano, que sangren tus oídos al compas de John Squire:
Y estos quienes son? Si te diera una definición de diccionario te podría hablar de una banda ska con elementos de Europa del Este, pero me quedo muy corto.
Es imposible definir a Gogol Bordello por su música, no se ubican en un único estilo. Al ser una agrupación compuesta por gente de los más heterogéneos orígenes, cada integrante aporta lo suyo y a su manera, creando algo espectacularmente variado. Se dan los arreglos de la música gitana, mezclados con la distorsión de una guitarra, con melodías hiphoperas, con un bajo funk y con una batería que te rompe la cabeza. Tomalo o dejalo.
Una banda neoyorquina compuesta de inmigrantes del este de Europa, un etíope, una escocesa de origen chino, un ecuatoriano y una norteamericana de madre tailandesa forman Gogol Bordello. Más adjetivos gentilicios, imposible. Aquí una breve reseña sobre cada integrante:
Eugene Hutz, Pamela Rascine y Yuri Lemeshev rompiendo el escenario.
Eugene Hutz, frontman y principal compositor de la banda, nació en Kiev, Ucrania, en 1972. Movilizado por el accidente en la planta nuclear de Chernobyl, Hutz vivió en diversos campos de refugiados que lo llevaron por Polonia, Hungría, Austria e Italia, hasta desembarcar en 1990 en los Estados Unidos.
Sergey Ryabtsev (quien a propósito, parece salido de una película de piratas), se desempeña en el violín y se caracteriza por derrochar un carisma particular que pocos jubilados tienen arriba del escenario. A este hombre le faltan dientes, pero talento, tiene de sobra.
Una figura enorme y morena con una barba importante es la que se encarga de darle vida al bajo. Thomas Gobena, quien emigró de Etiopia hacia EEUU en 1987 cuando sólo tenía 16 años es quien se encuentra trabajando en ese lugar.
Manteniendo el color de piel pero en un tamaño mucho más encogido, está el ecuatoriano Pedro Erazo, el pedazo sudamericano que se encarga de cantar en algunos temas y de la percusión dotado de una energía y de una capacidad de caerle bien a cualquiera, de dimensiones incalculables.
Probablemente las personas más volátiles de la banda sean las coristas (lo que corren esas muchachas arriba del escenario es increible) Pamela Racine y Elizabeth Sun, de nacionalidad americana y escocesa respectivamente. Coro, baile, percusión y mucho más en esas dos personas que se maquillan hasta el último rincón del cuerpo y transmiten una energía increíble ya con sólo verlas.
Otro personaje al que no hay que perder de vista, es el baterista. Oliver Charles, bien estadounidense el hombre, se puede distinguir fácilmente: cresta fucsia.
Las personas más reservadas, con más patitos en fila seguramente sean el guitarrista Oren Kaplan de Israel y el acordeonista ruso Yuri Lemeshev, uno de los miembros más añejos de la banda.
Este tiene más rock encima que unos cuantos...
Una de sus canciones, “Start Wearing Purple”, incluida en el disco de 1999 “Voi-La intruder” fue la elegida para convertirse en primer single internacional y alcanzar el estrellato. Según Hutz, la letra y el significado de vestirse de púrpura, va desde la costumbre gitana de vestirse de ese color para los funerales, hasta la clasificación que se les daba a los detenidos en los campos de concentración nazis, lo que refleja la fuerte impresión de sus orígenes en la música que hacen.
Si te querés divertir con estos flacos, basta poner su nombre en YouTube y despacharte con el show que llevan a cabo. Estás triste? Que mejor remedio que videos de Gogol Bordello!!!!!! GOGOL BORDELLO PARA TODOS!!!!!!
El mundo de la música hace una década que viene padeciendo una terrible enfermedad, la piratería. La modernización de los medios de difusión (ejem, ejem, internet) hizo que la distribución de los materiales sea más rápida y más grande de lo que las compañias discográficas esperaban.
Es así que, ante el inminente lanzamiento de un nuevo disco, o de un DVD, hay una legión de fans que ya lo está buscando por la web una semana antes de que salga. Tanto esperar hasta una determinada fecha de salida que no llega más y el tiempo que llevan sin escuchar nada nuevo de su artista favorito hace que los fanáticos empiecen por comerse las uñas de las manos, hasta llegar a la de los pies. Por eso el título del artículo.
Generalmente se piensa que al artista no le importa que en 5 minutos se descargue gratis el disco que tardó un año en hacer y que tanto dinero le costó, pero sí que le importa. El artista cuenta con el soporte monetario de las empresas discográficas que depositan todo su capital en la esperanza de producir un gran disco que sea vendible, completo, y que les devuelvan el dinero invertido. Ahora, si el disco llega a la gente, pero de maneras en las que no se perciben ganancias, allí se presenta el problema. La ecuación es sencilla: Una empresa que le da soporte económico a un artista, si este no le genera ingresos (poco importa que su disco sea descargado miles de veces) que cubran lo invertido en él, chau chau adiós. El artista queda solo y de vuelta a donde tanto le costó salir, vuelve a los bares, a trabajar con sellos pequeños y a una vida sencilla sin demasiadas complicaciones de rockstar.
Metallica, uno de los artistas que está en contra de la piratería.
Hay una realidad que es innegable y a la que no se la puede obviar: la economía actual y el precio de los discos. En la Argentina los discos que recién salen van desde los 60 (14 u$s) a los 90 pesos (22 u$s) aproximadamente y la posibilidad de que una persona desde su casa pueda descargar 10 discos gratis en 30 minutos es más tentativa y le conviene más que gastar parte de su salario en un solo disco compacto. Aunque también se encuentran esos fans "fieles" del disco original que si lo tienen descargado, no lo consideran como tal, sino sólo un manojo de datos que al apretarlos emanan música. Ese placer de leer los booklets mientras se ve cada detalle de la caja del disco y se lo escucha, es impagable -lo digo por experiencia propia-.
Asi es la vida lectores, nada es ni suficientemente justo, ni suficientemente ilegal. La piratería es un tema que causa mucha polémica y muchas diferencias a la hora de plantarse en un debate. Hay artistas que apoyan la digitalización de la música por más que no reciban un peso porque, con tal de que se escuche sólo un tema de ellos, son felices y pueden dormir tranquilos.
"Descargar es lo mismo que yo hacía: solía grabar en cintas las canciones, los éxitos, que me gustaban de la radio. No me importa. Odio ver a todas esas grandes estrellas de rock quejándose. Al menos están descargando tu puta música, idiota, y te están prestando atención, ¿sabes? Deberías apreciar eso, joder. ¿De qué te quejas? Tienes cinco puñeteras casas enormes, así que callate"
Liam Gallagher, cantante de Oasis, sobre las descargas ilegales.
